http://www.eltemplodelasmilpuertas.com/revista/58/33/
Ejemplos de narrador:
https://sites.google.com/a/xtec.cat/la-narracion/el-narrador
Muchas veces el narrador no se limita a contar unos hechos, sino que también los interpreta o evalúa. El narrador puede incluso dirigirse al lector o hacer comentarios sobre su propio relato.
¡Es cierto! He sido y soy terriblemente nervioso, pero ¿por qué van a decir que estoy loco? [...] Oía todas las cosas del cielo y de la tierra. Oía muchas cosas del infierno. ¿Cómo puede ser entonces que esté loco? ¡Escuchen y observen con qué calma y con qué sano juicio puedo contarles toda la historia!
Actividad 1
- Luego se habían metido poco a poco las dos y se iban riendo, conforme el agua les subía por las piernas y el vientre y la cintura. Se detenían, mirándose, y las risas les crecían y se les contagiaban como un cosquilleo nervioso. Se salpicaron y se agarraron dando gritos, hasta que ambas estuvieron del todo mojadas, jadeantes de risa.
Sánchez Ferlosio, El Jarama
Texto 2 :
- La mañana del 4 de octubre, Gregorio Olías se levantó más temprano de lo habitual. Había pasado una noche confusa, y hacia el amanecer creyó soñar que un mensajero con antorcha se asomaba a la puerta para anunciarle que el día de la desgracia había llegado al fin.
Kafka, La metamorfosis
Texto 3:
- A los seis años ya había captado por completo su entorno mediante el olfato. No había ningún objeto en casa de madame Gaillard, ningún lugar en el extremo norte de la rue Charonne, ninguna persona, ninguna piedra, ningún árbol, arbusto o empalizada, ningún rincón, por pequeño que fuese, que no conociera, reconociera y retuviera en su memoria olfativamente, con su identidad respectiva. Había reunido y tenía a su disposición diez mil, cien mil aromas específicos, todos con tanta claridad, que no sólo se acordaba de ellos cuando volvía a olerlos, sino que los olía realmente cuando los recordaba; y aún más, con su sola fantasía era capaz de combinarlos entre sí, creando nuevos olores que no existían en el mundo real.
Süskind, P. El perfume
- Hace muchos años tuve un amigo que se llamaba Jim, y desde entonces nunca he vuelto a ver a un norteamericano más triste. Desesperados he visto muchos. Tristes como Jim, ninguno. Una vez se marchó a Perú, en un viaje que debía durar más de seis meses, pero al cabo de poco tiempo volví a verlo.
Roberto Bolaño, Jim
Texto 5:
- Fue entonces cuando se torció el tobillo [...] Cayó en mala posición: el empeine del pie izquierdo cargó con todo el peso del cuerpo. Al pronto sintió un dolor agudísimo; pensó que se había roto el pie. Con alguna dificultad, sentado en el césped, se quitó la zapatilla y el calcetín, comprobó que el tobillo no estaba hinchado. El dolor amainó en seguida, y Mario se dijo que con suerte el percance no revestiría mayor importancia. Se puso el calcetín y la zapatilla; se incorporó; caminó con cuidado: una punzada le desgarraba el tobillo.
Javier Cercas, El inquilino
Actividad 2
Texto 1
http://www.materialesdelengua.org/WEB/hotpotatoes/narrador/tipos.htm
http://contenidos.educarex.es/mci/2003/18/inicio.htm
Actividad 3
EL AUTOR - EL NARRADOR
EL LECTOR - EL NARRATARIO
Indica el autor, el narrador, el lector y el narratario.
EL CUENTO
El criado del rico mercader
Érase una vez, en la ciudad de Bagdad, un
criado que servía a un rico mercader. Un día, muy de mañana, el criado se
dirigió al mercado para hacer la compra. Pero esa mañana no fue como todas las
demás, porque esa mañana vio allí a la Muerte y porque la Muerte le hizo un gesto.
Aterrado, el criado volvió a la casa del mercader.
—Amo —le dijo—, déjame el caballo más veloz de la casa. Esta noche quiero estar
muy lejos de Bagdad. Esta noche quiero estar en la remota ciudad de Ispahán.
—Pero ¿por qué quieres huir?
—Porque he visto a la Muerte
en el mercado y me ha hecho un gesto de amenaza.
El mercader se compadeció de él y le dejó el caballo y el criado partió con la
esperanza de estar por la noche en Ispahán.
Por la tarde, el propio mercader fue al mercado, y, como le había sucedido
antes al criado, también él vio a la
Muerte.
—Muerte —le dijo acercándose a ella—, ¿por qué le has hecho un gesto de amenaza
a mi criado?
—¿Un gesto de amenaza? —contestó la
Muerte—. No, no ha sido un gesto de amenaza, sino de asombro.
Me ha sorprendido verlo aquí, tan lejos de Ispahán, porque esta noche debo
llevarme en Ispahán a tu criado.
Bernardo Axtaga: Obabakoak (1993)
Comprensión lectora:
- ¿Por qué se sorprende la Muerte de ver al criado en Bagdad?
- ¿Cómo pudo haberse librado de la
Muerte el criado del mercader?
- Y vosotros, ¿creéis en el destino?
Expresión escrita
Inventad otro final para que el criado pueda librarse de la Muerte.