Alba Gaig
2ºA
SI YO FUERA UN LIBRO
Si yo fuera un libro, seguro que no sería un libro romántico, porque me
llenarían de lágrimas. Ni por ejemplo uno de deberes porque me pintarían de
bolígrafo, lápiz, típex... ¡Sería horrible!. Pero el que sí que me gustaría ser,
sería… ¡Un libro de aventuras y misterio! Querría que mi historia pasara en la
antigua ciudad maya, una aventura de misteriosos hechos que le ocurriría a una
familia extranjera.
En primer lugar, desearía ser un libro sin sobrecubierta, porque mi
dueño se acabaría cansando de ella y tirándola a la papelera. A continuación,
me encantaría tener una cubierta dura, (así no me arrugarían); también con una
imagen de la antigua ciudad maya con un toque desgastado y las letras plateadas
con relieve. Una guarda, por supuesto, y la portadilla con una dedicatoria a mi
dueño de parte del autor. El capítulo estrella sería el 6, porque no quisiera
ser uno de esos libros con tantas páginas que al final no se acaban leyendo.
Las ilustraciones, imprescindibles. Y, por último, una contraportada donde
estuviera la sinopsis sobre mi historia.
Mi dueña sería una niña a quien le apasionara leer; amable, tierna e
inteligente. Querría que me colocase entre dos libros que no se leyera habitualmente. Así, si un día se
equivocase, cogería a uno de los dos y le podrían gustar tanto como yo. Me
gustaría conocer a un libro de terror porque podríamos compartir nuestra
historia y crear nuevas e impresionantes. Desearía que me leyeran en la cama,
por la noche, tapaditos bajo la manta el uno con el otro.
Y una cosa imprescindible sería que nunca me olvidase y me quisiera
tanto como yo a ella.
Nelai Garcia Giménez
2º C
SI YO
FUERA UN LIBRO...
Si yo fuera un libro, sería de ilustraciones. No tendría
palabras que leer, simplemente maravillaría a la gente con mis deleites visuales.
Los dibujos serían de personas que aspirarían a algo grande y que tendrían el
potencial suficiente para cumplir sus metas.
Como tal, las obras detentarían diferentes paletas de colores,
reflejando estas últimas la personalidad de su respectivo autor.
Mi sobrecubierta no sería nada más que una introducción a través
de un mágico viaje lleno de colores y sensaciones. Por supuesto, tendría
colores vivos y brillantes, para que así los lectores que frecuentasen la
librería, a la hora de revisar la estantería de novedades, al verme pensasen: “
¿ Y este libro ? Se ve... Diferente” y así tuvieran ya un motivo, aunque no muy
sólido, de comprarme.
La cubierta, semejante a la sobrecubierta, tendría una
disimilitud con esta última, y esa es que no poseería ese brillo especial para
atraer a los clientes, puesto que sería innecesario por razones obvias.
La solapa llevaría una breve sinopsis acerca de mi contenido,
las letras serían de un color blanquecino para que el texto fuera comprensible
y para que contrastara con el fondo.
Los bordes de la guarda estarían decorados con un patrón de
espirales que se entrelazarían entre sí para que, si hubiera una dedicatoria,
quedara mucho más conmovedora.
No tendría portadilla, ya que la consideraría innecesaria. Sin
embargo, sí poseería una portada, la cual gozaría de unas grandes letras negras
en mayúscula diciendo: “MAGICAL ILLUSTRACIONS”. ( Sí, lo sé, no soy muy
original poniéndome nombre )
Por último, pero no por ello menos importante, me gustaría tener
una dueña que supiera apreciar la importancia que tienen las ilustraciones y
que supiera cuidar de mí y de los libros en general.
Me abriría para cuando estuviera triste, para alegrarse un poco.
O también, cuando estuviera contenta, para fomentar su alegría. Ella me podría “leer”
cuando quisiese y donde quisiese. Después de todo, siempre es un buen momento
para abrir un libro.
Ana Medina Pascual 2ºC
SI YO FUERA UN LIBRO
Si yo fuera un libro, sería de aventuras y de amor, para que los jóvenes me
compraran y me cuidaran mucho . También querría que los chicos se interesaran,
sobre todo por mi interior, y por las ilustraciones finas y elegantes sin
color.
Me gustaría que mi dueña fuera joven y que tuviera ganas de cogerme,
tocarme, olerme y que dijese «tengo muchas ganas de empezarlo». También que en
mi portadilla hubiese una dedicatoria muy bonita, y que mi dueña se lo pusiese
de estado en su whatsapp. Además que
disfrutara de las ilustraciones sin color y estéticas que no tienen nada que
ver con la escena de esas páginas. Las hojas serían finas y en la portada habría
una ilustración que llamase mucho la atención junto al título.
Me gustaría que mi dueño tuviese mi edad, más o menos. Que me leyese a
todas horas y en algún sitio tranquilo como pudiera ser la playa o en algún
lugar remoto de la casa... Después de leerme un buen rato, que me colocara en
alguna estantería junto a algún libro como Don Quijote de la Mancha y
que todos me pudieran ver y tocar, a
poder ser en un sitio alto donde los más
pequeños no llegaran a mi alcance para mantenerme perfecto y sin ninguna
mancha. Y, si en algún caso se olvidase de mi, de vez en cuando debería abrirme
aunque solo fuera para quitarme el polvo.
JESSIE PADILLA de 2ºC
Si yo fuera
un libro, sería de fantasía para jóvenes.
Mi cubierta
sería dura con ilustraciones, algo muy original. Un libro de tamaño
mediano.
Me gustaría
tener un título mediano, no sé con que tipo de letra. Pero sí sé el de mi
interior, 'Avenir Book'.
Mi
contraportada sería algo parecida a mi portada con colores claros. Mi resumen,
que dijera lo más importante. Algo que al lector le enganchara y exclamara:
"¡Quiero
este libro!"
Me gustaría
ser un libro recién comprado. Mi dueño marcharía a casa, con ganas de leerme.
Sería un
dueño a quien le interesaran libros como yo. Que después de leerme, me
releyera. Que siempre estuviera en buen estado. Espero que me pusiera en una
estantería. Al lado de la sala de estar. Me gustaría estar junto a novelas
policíacas, de la autora Agatha Christie. Y de John Green.
Me
importaría poco a qué hora me leyera. Por ejemplo a las cinco y media.
Si yo fuera
un libro... Me gustaría hacer que mi lector se olvidara del mundo, sólo para
concentrarse en mi historia.